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Dejándo atras mi pasado.

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Sherezathe:
Mi nombre es Sherezathe de Shahriar.
Mi abuela solía llamarme Shah,que era el diminutivo de Shahrazad,otra variante de mi nombre. Ella era la única que me llamaba de esa manera los demás solían llamarme “La Bastarda” cuando no me encontraba en su presencia,claro que yo era demasiado lista para dejarme ver cuando no se deseaba mi presencia,cosa que era prácticamente siempre.
Lo de Shahriar me viene por la estirpe vampiro de la que provengo,mi abuelo era Visir del Sultán Shahriar de Persia  y todos los que descendemos de él llevamos ese “apellido”que nos distingue del lugar del que provenimos.
Mi vida había transcurrido de una manera relativamente normal hasta mi décimo quinto cumpleaños. Ese día fue el peor de todos los que había vivido hasta entonces y eso que mi vida no había sido un camino de rosas por mi condición de mestiza.
Todas las niñas de Shahriar eran presentadas al Sultan al cumplir esa edad,una tradición que existía desde hacía siglos, la cual fue una verdadera pesadilla para  mi. Esa tradición era que se celebraba una gran fiesta en honor a las jóvenes,en la que el Sultan decidía cual de ellas sería la elegida para formar parte de su harén y la madre del futuro heredero del sultanato. Dos jóvenes que tendrían el gran honor de entrar a formar parte de la familia más importante del país.
Todas las chicas de mi edad estaban como locas por ser una de las elegidas,todas se peleaban por ello menos yo,que prefería seguir siendo libre en mi mundo de exclusión por mi bastardía.
Pero el destino quiso jugarme una mala pasada como también se la jugó a mi madre.
Mi madre Anahi,era una vampiro de pura raza,criada para ser una de las elegidas del Sultan al cumplir su décimo quinto cumpleaños. Se sabía de antemano que sería una de ellas ya que era la tradición que la hija del Visir fuera elegida. Por eso al nacer ya estaba su destino escrito,firmado y sellado. Pero todo se fue al traste cuando conoció a mi padre.
Mi padre era un cambia-formas nómada,había recorrido el mundo desde que se marchó de su tierra y dejó a los suyos. Era un joven bello,me contaba mi abuela,con el pelo color ceniza y los ojos de un verde esmeralda que hipnotizaban quién le mirara. Decía ser príncipe en su tierra,pero eso nunca se pudo comprobar.
Un día en que un gran eclipse de sol sumió al país en una total oscuridad,mi madre salió con sus damas de compañía al mercado  para comprar algunas de las telas que quería para su vestuario. Era el único día que salía ya que su vida era nocturna por la pureza de su sangre. Estando en el mercado se dio cuenta de que un joven no dejaba de observarla,era un joven muy guapo, su pelo era grisáceo como la ceniza y sus ojos de un verde hipnótico. Se sonrieron y en ese momento comenzó la perdición de mi madre. Comenzaron a verse a escondidas todas las noches con la complicidad de mi abuela,que romántica pensaba que el amor podía conseguirlo todo,él volaba en forma de paloma hasta el balcón del dormitorio de mi madre y pasaban la noche juntos. Cuando mi abuelo les pilló fueron juzgados,mi padre a ser desmembrado y que sus restos fueran esparcidos por todo el país y mi madre ejecutada bajo la primera luz de la mañana y con una daga clavada en el corazón,la cual tuvo que presenciar mi padre. Esa fue la sentencia del Sultan por el agravio sufrido al ser mi madre una de las elegidas para ser de su harem.
Mi abuela rota de dolor por la sentencia no pudo hacer nada por su hija,pero sí por la nieta que supo que ella esperaba. Logró aplazar la ejecución hasta mi nacimiento, el cual acabó con la vida de mi madre y mi padre a las pocas horas de suceder.
Mi padre por su condición podía transformarse en el animal que quisiera y cambiar su apariencia física a placer,en la ejecución de mi madre se transformó en lobo,en águila y otros animales para poder escapar pero le fue imposible hacerlo. Resignado a perder a su amor volvió su apariencia a la de un anciano decrépito sin fuerzas para continuar luchando. Ese fue el fin de mis padres.
Mi mala suerte fue que en mi décimo quinto cumpleaños fuera una de las jóvenes elegidas por el Sultan.A ello contribuyó que heredara la belleza dorada de mi madre, el poder de cambiar la apariencia de mi padre no me ayudó a evitarlo ya que el Sultan lo que deseaba era que su descendientes poseyeran esos poderes.
Así pase los siguientes dos años,siendo educada para ser  una buena esposa para  Sultan, hasta que mi primo me contó toda la historia de mis padres pensando que eso haría que yo me entregara a él y fuera su querida a escondidas. Pero lo que consiguió fue que los  odiara más a todos y deseara escapar de aquella tierra.
Mi abuela confirmó toda la historia y no queriendo que yo sufriera un destino indeseado,como le ocurrió a mi madre,me ayudó a escapar Me fui sin nada,tan sólo la daga que un día atravesó el corazón de mi madre formaba parte de mi escaso equipaje. Gracias a la sangre de  cambia-formas que tenía  podía salir a plena luz del día con la apariencia de un  animal,salí de  Shahriar al despuntar el alba con la forma de una loba. Me escabullí por las calles prácticamente desiertas a esas horas sin ser vista y conseguí recorrer una gran distancia hasta llegar a los bosques que formaban la frontera del país. Tras descansar en el agujero de un gran árbol  hueco,esperé a que llegara la noche para continuar mi camino con mi forma natural y poder recorrer así más distancia con el poder que poseemos los vampiros de la velocidad preternatural.
Y así,tras muchos años  viajando  por todo el mundo, sin pasar más de un año o dos en el mismo sitio, trabajando en garitos de mala muerte e incluso haciendo de meretriz en algunos casos, terminé llegando a Caldwell.

Valnelia:
Me ha encantado la historia...    024

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