■ NOMBRE COMPLETO: AubrÉe Laveau, de los Laveau de Nueva Orleans. ■ APODO: Aubrée, ningÚn otro nombre o mote ■ RAZA: Medio bruja practicante de vudÚú y medio vampira, aunque el gen de bruja es el dominante en su caso. ■ PADRES: Madre - Bruja vuDÚ de Luisiana. Padre - Vampiro de la Glymera. ■ LUGAR DE NACIMIENTO: Estados Unidos • Luisiana • Nueva Orleans (Barrio francÉs) ■ EDAD: 167 aÑos reales, unos 26 aparentes. ■ ORIENTACIÓN SEXUAL: Heterosexual ■ OCUPACIÓN: ejecutora ■ PODERES: Por parte de su madre, ser muÑeca vudÚ, necromancia, hematomancia, ilusionismo y la utilizaciÓn de todos los hechizos y pociones que aparecen en el grimorio de los Laveau. Por parte de su padre ha heredado, fuerza y velocidad aumentadas y una extraÑa pero suave alergia al sol, aunque nunca le ha supuesto mucho daÑo. ■ HABILIDADES: Durante todos sus viajes ha aprendido a defenderse cuerpo a cuerpo pero su habilidad mÃs notoria es el arco huno (un arco extremadamente curvado) o la ballesta. No falla, sus dianas son tiros milimetrados que ha ido, y continÚa haciÉndolo, perfeccionando dÃa tras dÃa. Durante su estancia en China descubriÓ que el aprendizaje de artes marciales como el Kung-fu, Ng Ga Kuen, Krav Maga, etc. TambiÉn es casi una experta en realizar estrategias de huida. Se ha visto inmiscuida en muchas, demasiadas, peleas desequilibradas por lo que ya no tiene problema en echar a correr, como tampoco en la realización de ungÃœentos, pociones (aunque suena muy Harry Potter) y otras sustancias quÃmicas y/o naturales. ■ ARMAMENTO: Nunca se separa de su arco huno y sus dagas egipcias. Aunque tiene punterÃa, lAs armas de fuego (sobre todo, por su retroceso) no son sus preferidas, a pesar de llevar alguna 9mm encima.  ■ vehÃculos: Un Pontiac GTO del 68 y una Hayabusa, para ocasiones especiales. |
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 pareja/compaÑero/amante
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De descendencia siria y guineana, Aubrée posee una piel oscura que al sol rejuvenece adquiriendo asà un hermoso tono de color canela. Las generaciones de matrimonios anteriores al de sus padres, le dieron a la bruja unos rasgos muy caracterÃsticos: un cuerpo alargado de extremidades interminables, igual que el de su padre. Tiene una ligera cojera en la pierna derecha. De su madre heredó unos labios gruesos que dan la impresión de ser deformes al tener la mandÃbula echada hacia delante. Cuando sonrÃe sus rasgos se suavizan, pero su porte regio le da un aspecto prepotente y fiero. Sus ojos son de color café, y se muestran alargados gracias al maquillaje y sus espesas pestañas. El cabello de Aubrée es negro azabache, duro y complicado de peinar. Depende del tiempo lo lleva más corto o más largo. Su forma de vestir varÃa con la estación. No siempre utiliza colores oscuros, ni siempre va con cuero. Depende de su estado de ánimo o de si quiere o no mostrar su corazón endurecido aunque, ¿para qué engañarnos? Donde esté la vestimenta elegante que se quite la furcia de su hermana con tanto harapo. Tiene varios vévés tatuados a lo largo de la espalda. El más grande, entre los pechos, forma una enorme "L". Es el del clan de los Laveau.
¿Por qué se le ve tan joven? Pero... ¿Tanto, tanto? Ha conseguido una fórmula para el envejecimiento que sólo su abuela, su madre y ella conocen. Como dice el grimorio, muchos de los miembros femeninos de los Laveau han conseguido la poción correcta.
■ DESCRIPCIÓN: FrÃa. Calculadora. Férrea. De apariencia serena, indiferente, aunque su vida se haya forjado en el mismo infierno. Ninguna emoción aflorará de su interior, aunque su mundo amenace con venirse abajo. Nadie verá a la mujer llorando o riendo sinceramente, enfadándose o defendiéndote cual alma vengadora. No, señor. Mucho antes de que tu estúpido cerebro obrara con sentido, ella ya habÃa decidido que los sentimientos eran prescindibles. El tiempo, la soledad y las muertes han borrado cualquier expresión sincera de su rostro. Poco es ya lo que consigue, sinceramente, evocarle algún tipo de reacción ante cualquiera. ¿Jode? «¿Quieres sentir dolor de verdad?». Obsesiva. EgoÃsta.
Todas las palabras se quedan en gruñidos escupidos hablando de esta bruja. Es sabido que por naturaleza los humanos son empujados por el egoÃsmo, queremos tenerlo todo, conocerlo, poseerlo pero lo de este ser sobrenatural roza los lÃmites coléricos e inverosÃmiles. ¿AnsÃas todas las facetas de esta belleza mágica e inalcalzable? ¿Quieres ser más que nadie y conocerla como la palma de tu mano? Suicida. ¿Quién te crees para aspirar a ella? ¿Quieres amor? Podrá darte amor. ¿Quieres amistad? ¡Podrá darte amistad! O puede desmembrar tu ilusión en cada una de sus partes para correrse al despedazarla entre sus finos deditos. ¿Quieres pasión, lujuria y desenfreno? Oh, claro que puede dártelo. Eso y mucho más. Todo lo que ansÃes o busques, te parecerá poseerlo. Si no le has entrado por el ojo la primera vez, por mucho que lo intentes o te esmeres, no le gustarás una segunda. De hecho, te hará la vida imposible como intentes encajar dentro de sus planes. Es una Ejecutora, ¿recuerdas? Sabe eliminar personas de su camino sin que nadie más se percate de ello.
Realmente sabe lo que quiere, cuándo, dónde, cómo y por qué lo quiere. No es tonta. Es una persona de ideas fijas. Nada voluble, pero jamás impondrá su idea. Te dará la razón como a los tontos, asentirá a todo haciéndose la sumisa mientras que sin quererlo ya te está enredando, engañando, seduciéndote y atrapándote hasta que todo sea como ella quiere. Ha acabado desarrollando cierto apego por el poder, por hacerse un nombre, por pasar a la historia. Y para ello tiene muy claro que deberá forjar alianzas de las que, bajo otros motivos, jamás serÃa partÃcipe. Ha acabado acercándose a gente con la que hasta ahora no habÃa tenido trato, ha abierto horizontes que jamás antaño cruzó, e incluso se ha abierto ella misma. Busca de algún modo completarse a sà misma. Completar ese cÃrculo que es su vida, llenarlo de capÃtulos complejos que sean capaces de provocar admiración y sorpresa en generaciones futuras. Desea, además, continuar con su propia estirpe. Ser alguien para alguien, la mujer de un hombre, la madre de unos hijos. Y aunque sienta esa necesidad de un alguien, aún asÃ, se siente infinitamente segura de permanecer sola ante los cambios que van produciéndose, con frecuencia, en su vida.
Pero, eh, ¿crees que es asà con todo el mundo? No todo cuanto la rodea es odio y dolor, ¿sabes? ConfÃa en aquellas mujeres a quienes ha escogido como acompañantes en su nueva vida. Aubrée es, definitivamente, un culo de mal asiento cuando está con ellas. Una mente inquieta que baila alrededor de hogueras sin consciencia alguna de que le pueden abrasar al mÃnimo descuido. En presencia del resto de Ejecutoras, o de casi todas, Aubrée es una mente risueña, pero siempre con los pies en la tierra marcando las distancias, el lÃmite de la confianza. Es competitiva hasta extremos verdaderamente anormales, y jamás suele hacer trampas -aunque sà que es cierto que tiende a exagerar un poco sus capacidades-. Es de esas personas que pueden solas con todo, y no porque sea una heroÃna ni nada de eso, sino porque le cuesta horrores pedir ayuda. SÃ. No la verás jamás rendirse, intentará aquello que se proponga mil veces si es que hace falta, hasta que alguien se interponga entre ella y el fin que se proponÃa para echarle un cable. Las quiere, las protege y deja que le protejan… En algunas ocasiones.
■ GUSTOS:
◐ El amanecer.
◐ La brisa que remueve las cortinas y crea formas abstractas con la fina tela.
◐ Le encanta el baloncesto. Es espectadora habitual de partidos de baloncesto callejero, como los llama ella. SÃ, como los de las pelis, aquellos que se juegan en canchas destrozadas en barrios más bien pobres y peligrosos. Más de una vez, incluso, ha acabado jugando.
◐ Pasar horas y horas encerrada en su habitación practicando con el grimorio y añadiendo más datos, detalles curiosos o fórmulas.
◐ Su Pontiac. Nadie, salvo ella, lo ha conducido nunca. Ni siquiera su hermana cuando no tenÃa con qué moverse por la ciudad. Aubrée era capaz de cruzarse todo el paÃs con tal de que Ohara no tocara el coche.
◐ Aunque sea incapaz de reconocerlo, una buena y equilibrada pelea.
◐ Las noches de luna llena. Es cuando, aunque a sus hermanas no les guste, se reúne con Ohara para llevar a cabo uno de sus rituales.
◐ Su pitón, Viv.
■ DEBILIDADES Y MIEDOS:
◐ Estar atrapada en la eternidad. Le habrÃa gustado decidir cuándo morir, cuándo dejar de sufrir.
◐ Los blancos no le agradan demasiado. Heredado, ha sentido un cierto odio hacia la raza que doblegó a sus ancestros a vivir atados al tobillo de los blancos. No puede culparse a Aubrée de esos pensamientos, sino a su madre por la educación tan estricta que le ha dado.
◐ Teme el dÃa en que sus familiares las encuentren. Con el paso de los años ha conseguido perfeccionar sus defensas pero su hermana sigue siendo una inútil.
◐ El dulce. Demasiado para ella.
◐ La lluvia, aunque no el frÃo.
◐ Odia a los gatos, perros o cualquier animal o mascota de cuatro patas que ensucie, haga ruidos raros y te persiga a todos lados.
■ ENFERMEDADES: No es una enfermedad propiamente dicha, sólo tiene una pequeña cojera en la pierna derecha que aparece de vez en cuando al recordar, sobre todo, la noche en que le reventaron la pierna de arriba abajo. No reventar de capum, sino de abrirle el muslo en toda su longitud. La cicatriz aún reside allà y aunque sea simplemente un reflejo de su propia mente, a veces jura sentir dolor.
■ OTROS:
◐ Sabe hablar luisiana creole (a la perfección), francés, español, chino mandarÃn, un poco de griego y árabe.
◐ No por pertenecer a una de las familias más antiguas, y por decirlo de alguna manera, más poderosas del vudú como de la brujerÃa, se siente más que nadie. Sà es cierto que en ocasiones utiliza su nombre para según qué cosas, pero prefiere ganarse las cosas por quién es, no por el apellido que va detrás de su nombre.
◐ Es una auténtica fanática del buen cine y de la buena música.
◐ Trece. ¿El número de la mala suerte? No, el nombre de la pitón albina que su padre le regaló cuando cumplió quince años. Realmente, son como uña y carne; la serpiente parece entenderla cuando le cuenta sus preocupaciones y, aunque es consciente del peligro, Aubrée confÃa plenamente en ella. La trata como a una hermana, la cuida como a una hija y pobre de quien le haga daño. Dentro de la habitación de Aubrée, Trece tiene un terrario suficientemente grande para albergar a un pitón de unos... Dos metros y medio de largo. En el vudú, las serpientes son un animal sagrado. Son, por asà decirlo, su Dios. Pobre del que le ponga una mano encima a Trece o intente despreciarla. Aubrée se lo toma muy, muy en serio.
■ HISTORIA: Solo hay un bien: el conocimiento. Solo hay un mal: la ignorancia. -Sócrates.
La que antaño fuera una estirpe orgullosa se vio casi al borde de la extinción. Ese fue el momento en que Maï Laveau, primera y descendiente hereditario directo hija de la desaparecida Marie, decidió abrir nuevas fronteras. Decidió llevar a cabo un pacto que le devolviera a los Laveau su orgullo de antaño, que no solo reforzara sus poderes, sino que los ampliara y los sacara de la más absoluta ruina y asegurara, durante siglos, la supervivencia de su linaje. Ese pacto tomó forma de vampiro; una de las razas más fuertes que la bruja conocÃa, una de las razas que, con el pasar de los años, se habÃan vuelto inmortales, fuertes guerreros y, como ellos, apestados de la sociedad.
Maï gozó de compartir no sólo cama con su vampiro, sino también la casa familiar y amor. Mucho amor, del cual nació una hija preciosa. La suerte habÃa vuelto a llamar a la puerta de la familia y muchos de sus miembros exiliados volvieron entonces a la vieja Nueva Orleans atraÃdos por la promesa de la cabeza de familia. Sin embargo, no todos aceptaron la realidad que acogÃa la nueva familia. Muchos despreciaron la ayuda de Maï y su marido, otros muchos intentaron desprestigiarlos y otros tantos, sobrinos y hermanos, intentaron terminar con la vida de él, sin percatarse de que, entre otras muchas cosas, Johann era un ser inmortal y, como tal, no podÃa morir a manos de cuatro brujos envidiosos.
El frÃo asolaba el pequeño barrio francés de Nueva Orleans esa noche, 2 de septiembre, cuando la hermana menor de Gariel y primera hija de la mismÃsima Marie Laveau, Maï, dio a luz, una niña llorona y morena salió al mundo. Aubrée, murmuró su madre cuando por fin pudo tenerla entre sus brazos. La nieta de la, para ese entonces, desaparecida Reina del Vudú, llegó al mundo con la bendición de la inmortalidad gracias a la sangre de vampiro de su padre. Hija única, pero la menor de dos primos carnales, siempre fue la mocosa de su familia. Malcriada desde el momento uno, poseÃa todo lo que el resto del mundo envidiaba: amor y dinero. Nunca le faltó de nada. La sobreprotectora de su madre intentaba encauzarla bajo su estricta y demente educación, privándola de vivir su propia vida. A Aubrée no le costaba hacerla feliz. Se dejaba guiar como una cobarde ovejita siguiendo los pasos de su pastor sin levantar la mirada ni juzgar sus decisiones. Desde que tiene uso de razón, su familia fue la encargada de inculcarle la historia de la magia, al igual que la enseñaron pequeños encantamientos y a elaborar pociones y ungüentos. Más aún, por pertenecer al clan Laveau, se crió también con la religión vudú, la cual contaba con tradiciones, rituales y supersticiones familiares que fueron perdurando en el tiempo a través de las múltiples generaciones de brujos.
Sin infancia ni amigos más que sus primos, llegó la hora de enfrentarse al mundo en solitario: el colegio (evidentemente, para personas negras, en el barrio). La joven Aubrée rápidamente fue clasificada como la “rarita†debido a sus extraños gustos por los juguetes masculinos, reacciones adultas para su edad y ropa, contra todo pronóstico, inapropiada para una niña supuestamente humana y normal. Ser hija de su madre tampoco ayudaba. Sus compañeros se dejaban guiar demasiado por la imagen que sus familias tenÃan sobre los Laveau, más concretamente de su antecesora. La época del instituto no fue mejor. Al menos los primeros años. HabÃa conseguido dejar la sombra de su madre atrás para crear la suya propia. No supo en qué momento habÃa decidido ser la mejor de su promoción, tampoco cuándo la tentación de probarse a sà misma consiguió separarla del manto de su madre. Pero nunca fue suficiente. Aubrée continuó siendo la apestada hasta que una persona, años mayor, reparó en ella. Alair, un gran amigo de su padre, pasó de ser un completo extraño a su mejor amigo. Y algo más. Sin darse cuenta, Aubrée cayó en las redes del amor traicionando las creencias que tan fuerte habÃa intentado grabarle su madre. Maï no sólo tenÃa grandes planes para su hija –como conseguir nietos de pura sangre Laveau– sino que esperaba lealtad por su parte. Una de las normas del clan dice “nada de vampiros, sólo brujosâ€.
Pocos años después, Aubrée consiguió convencer a su madre y a todo el mundo de que su amor por Alair y viceversa, era cierto, sincero y sano. Contrajeron matrimonio un 19 de septiembre bajo el rito de los Laveau y Aubrée su unió a su vampiro. “Otra aberración másâ€, decÃan algunos. “La bendición de nuestra razaâ€, proclamaban otros. Fuera como fuese, los enemigos parecÃan ser muchos más. Consiguieron desestabilizar todo cuanto habÃan creado para ese dÃa. Desequilibraron las balanzas destruyendo todo cuanto Aubrée querÃa. Entraron sin remordimientos y terminaron con todo cuanto sus ojos veÃan. También con Alair. Su madre y su padre decidieron huir, ella no tenÃa a nadie más. Los siguió dejando atrás Nueva Orleans y todo cuanto conocÃan para pasarse la vida huyendo y defendiéndose de personas que alguna vez habÃan considerado familia. Aubrée no soportaba ver la relación de sus padres sin tener a Alair a su lado, asà que dejó el seno familiar (formando únicamente por ellos tres y dos de sus tÃos) para volar por sà sola.
Hace un par de años, mientras recorrÃa el continente asiático, recibió la llamada de Maï suplicándole que regresara. No sólo habÃan recibido un nuevo ataque, sino que hacÃa veinticinco años que Aubrée tenÃa una hermana a la cual no conocÃa. Pero no le extrañó, hacÃa casi tanto o más tiempo que no veÃa a su madre. Como tampoco sabÃa nada de ella. Estaban escondidos en algunas montañas de Canadá cuando la mayor de los Laveau los encontró. Ohara pasó a formar parte de su vida junto con el grimorio familiar. Maï le cedió su puesto como “reina del vudú de Luisiana†aunque se negó a aceptar que su hija primogénita se habÃa hecho mayor.
Sin experiencia para enfrentarse al mundo cruel que Aubrée habÃa conocido, la mayor de las Laveau decidió retirarse a una cabaña del bosque hasta que Ohara sirviera para cubrirle las espaldas. Era una inútil con la magia. Ella habÃa heredado todo lo vampiro de su padre y no tenÃa ni idea sobre la brujerÃa o el vudú. AL menos, nada más que lo básico. VivÃan en una cabaña con dos habitaciones donde la relación con su hermana se fue consolidando dÃa tras dÃa.
Asà fue como, por casualidad, una buena noche vio cómo un par de mujeres luchaban contra… ¿Enemigos de su padre? Intentó ponerse en contacto con ellas, las buscó durante meses, dÃa y noche, sin mucho éxito. Al menos hasta que ella, la jefa de todas, se enteró de que alguien la buscaba. Poco tiempo después, Aubrée y Ohara pasaron a formar parte de las Ejecutoras llegando a acostumbrarse a su forma de vivir meses después.
■ FAMILIARES:
Maï Laveau: primera hija de Marie Laveau, única heredera de su reinado tras el fallecimiento de su primer hijo, Galien. Maï no es una mujer amable, tampoco piadosa. Posee un carácter anclado al pasado donde, rebelde por naturaleza y luchador por decisión propia. Fuerte, poderosa en sà misma, sabe que fue el gran pilar de los suyos, asà como el barrio francés de Nueva Orleans siempre ha sido suyo. Nunca se la ha visto agachar la cabeza o, en su defecto, esconderla. La relación con Aubrée fue, desde sus inicios, más que una unión de sangre. Maï era consciente de que en el futuro, ella tendrÃa que defender al clan Laveau por lo que se convirtió en su padawan.
Johann: vampiro de la Glymera que dejó todo cuanto conocÃa por conseguir un beso de Maï. Le repudiaron, lo exiliaron de su familia y a pesar de ello, siguió comportándose como el hombre educado que era, y sigue siendo. La relación entre padre e hija no fue muy estrecha pues no tenÃan demasiadas cosas en común, salvo la sangre y el mismo techo. Aunque para Aubrée, él era lo más parecido a una abuela para los niños de ahora. Johann la malcriaba mientras su madre la regañaba y la obligaba a estudiar.
Ohara: Su hermana más vampira que bruja, más maleducada que un jabalà en una boda. No sabÃa de su existencia hasta hace un par de años cuando su madre la llamó para pedirle, más bien exigirle, que se hiciera cargo de ella y la protegiera. Desde entonces, la relación entre ambas hermanas es bastante buena, a pesar, desde luego, de sus tiras y aflojas que, como todos los hermanos, tienen hasta tres y cuatro veces diarias.
Alair: Su marido, un vampiro amigo de su padre. Murió el mismo dÃa de su boda, junto a otros muchos. Desde entonces, aunque ha tenido otras relaciones, no ha sido capaz de entregarse a ningún hombre al completo. No confÃa o lo recuerda demasiado.Sea como sea, Aubrée teme no superarlo nunca porque es tanto lo que ha dÃa de hoy siente por él...
■ PODERES:
NECROMANCIA: Su principal virtud consiste en la adivinación mediante la consulta de las vÃsceras de los muertos y la invocación de sus espÃritus, requiriendo según sea el caso del contacto con sus cadáveres o posesiones (objetos). Además, utilizan la energÃa de la muerte para corromper materia orgánica y extender enfermedades (nunca crearlas desde cero, sino partiendo de la existencia de las mismas, agravarlas). Es una magia considerada como oscura. Los espÃritus serán espectros intangibles, inteligentes y con la capacidad de hablar, pero nada más. Aquellos brujos que poseen una vasta experiencia tienen la capacidad de alterar la vida. Al ser la necromancia una magia relacionada con la muerte, podrán acercar a esta a personas enfermas, y además, crear un estado parecido a la muerte en personas sanas (conocido en medicina como "estado de coma" o "estado vegetal"). El tiempo que pase el individuo a disposición de este estado dependerá de la experiencia del brujo y de la energÃa que sea capaz de invertir en este cometido. Es el único poder que no tiene controlado realmente.
MUJER VUDÚ: El cuerpo de Aubrée se convierte en un muñeco vudú completo. ¿Qué quiere decir esto? Todo el daño que se infrinja a sà misma mientras piense en su adversario, se producirá en el contrario sin ella misma recibirlo. No importa si es un tiro, una herida leve o cualquier lesión.
HEMATOMANCIA: La magia roja o hematomancia es un tipo de magia y adivinación cuyo componente central es el uso de la sangre u otros tejidos vivos. Puede realizarse, también, a través del sexo y de orgÃas. Se considera un tipo de poder oscuro, orientado principalmente hacia el amor y la sexualidad, pero ligado también de manera muy fuerte a la destrucción y/o manipulación de otra vida.
ILUSIONISMO: Proyectar ilusiones sobre otras personas. Pueden ser capaces de inducir desde pequeñas ilusiones, como el que alguien sienta sobre la piel el suave cosquilleo producido por un par de hormigas caminando por el brazo, hasta tales horrores que lleven al sujeto a querer acabar con su vida.
■ NIVEL: Aubrée se ha recorrido el mundo practicando y mejorando el uso de su magia, por lo que su nivel de uso es bastante alto. Al fin y al cabo, tiene 167 años, casi dos siglos de vida.
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