Desde uno de los tejados Lyss observaba la acción. Vik y Jecru la habían avisado de las intenciones de las Trillys y quería estar de apoyo.
Si algo no salía bien, quería estar presente. Además, tenía algo para D. Un encarguito que le había costado un viaje a Dallas y muchas súplicas.
Lyss decidió esperar.
Vio cómo sus hermanas se encargaban de los seis lessers y admiró la naturalidad con la que se movían. Habían aprendido unas cuantas cosas desde la última vez, de eso no cabía duda. Pero a D le faltaba algo. Quizá era hora de un pequeño truco.
?Eros ?llamó mentalemente.
?Qué cachorra.
?Necesito que me hagas un pequeño favor. Tu amorcito está en una pelea y necesito hacerle llegar una cosa a D. La tienes localizada.
?¿D?, dame unos segundos. Joder, lo hacen bien.
?Eros ? masculló Lyss impaciente? concéntrate.
?Está bien. ¿Quieres que le demos algún efecto?
?Es una garra metálica, con un dardo ninja si haces la presión correcta en la zona interior de la nudera. El diseño es exclusivo y la aleación también. Quiero que aparezca colocado directamente en su mano.
Con una risilla traviesa, Eros se concentró para dar comienzo el espectáculo.
Con un ligero gesto de la mano, se encargó de que las garras aparecieran perfectamente colocadas tras un brillo azulado.
?Lyssy...
?Tranquilo, H está bien. Me quedaré por la zona.
Dream estaba en plena refriega con los lessers. Podía haber sacado las dagas o una de sus semi?automáticas, pero prefería bailar un poco con los lessers antes. Tumbó a uno de una patada lateral y comenzó a pelear con el otro y a esquivar los golpes y devolverlos.
Se sintió observada, esa sensación de repente en su cuerpo y, poco después una garra metálica apareció en su mano derecha. Se sorprendió y miró su nueva arma. Sonrió y miró hacia arriba. Lyss. Los lessers se habían recuperado y venían hacia ella. Ahora podría luchar cuerpo a cuerpo como a ella le gustaba al mismo tiempo que podía dañar a sus atacantes con su nueva garrita.
Dio un gran salto y una voltereta en el aire al tiempo que un grito salía de su gargante. Le pegó una patada frontal a uno de los lessers mientras que al otro le rajaba el pecho con la garra. Quedó en el suelo agachada y se dio la vuelta para darle el golpe final al lesser herido, le clavó la garra al cuello pero tropezó con el cuerpo y cayó sobre el suelo, dejándola expuesta al otro lesser. Inconscientemente su dedo corazón se dobló y tocó la palma y de la garra salió un dardo que se clavó en el pecho de su oponente. Dream quedó anonadada y aprovechó la confusión del lesser para levantarse enseguida. Sacó su pistola y disparó sin pensarlo.
Viendo que sus trillys se las apañaban bien, se quedó observando atentamente el regalito que le había hecho Lyss. Menuda bomba. Había disfrutado realmente con la pelea.
?Vamos pequeños bebes, es hora de bailar ?le dijo la hembra a los lessers.
Los dos se acercaron de frente y esta sonrio.
Habia visto a Dream de reojo casi a punto de ir a ayudarla cuando vio que en su mano relucian unas lindas dagas.
?Comencemos ?dijo dando un paso hacia adelante.
Se habia calzado unas buenas botas con un poco de tacon y segura, encaro a los macho que se le acercaban ligeramente. El primero se tiro a por ella con un puño bien letal que le rozo pero el otro aprovecho y le dio una patada en una pierna que hiizo que la hembra jadeara.
Mirando a su oponente, alzo una mano y le envio un rayo para quedar con mayor libertad para terminar con uno. Este cayo a metro y medio de ella y Hécate se giro para enfrentarse al primero. Andaron en circulos y los dos se alzaron a la vez el uno por el otro. No iba a utilizar la magia de nuevo. Saco sus dagas escondidas y las tomo entre sus manos como parte mas de su brazo. El tipo se dio cuenta y la miro sonriendo maliciosamente.
Se tiro y con un amague, le clavo la daga en el hombro. el tipo agarro la daga y se la saco dandole tiempo a la hembra a colocarse en su espalda y gacharse para cortale los tendones de las rodillas. Este callo al suelo pero se giro para hacerle una herida algo profunda en el costado a la hemrba con su propia daga.
?Maldito cabron ?solto la hembra. ?Reza tus oraciones.
Le revolvio los bolsillos y saco todo lo que llevaba en ellos. El tipo la mira e intentaba atraparla y agarrandola del pelo, la hembra se volteo y con un grito, le clavo la daga en el corazn y lo mando alla donde le pertenecia. el otro lesser e habia levantado y se acercaba en silencio detras de ella. el brillo de un puñal atrajo la atencion de la hembra que se giro y se agacho para recoger su daga.
?Come plomo ?sacando sus Uzi, hizo un movimiento con la mano, y sus efectos personales calleron al suelo al momento que ella arremetio contra el dandole una buena despedida.?A la mierda.
Beth esquivó el placaje de uno de sus lesser y enseguida se levantó con sus dagas en las manos. Vió como el lesser habia tropezado por "casualidad" con su pierna mientras que le tiraba una daga al otro que estaba de espaldas a ella. La daga le dió en la espalda, cerca del hueco entre sus omoplatos.
Beth se levantó con intención de atravesar el cuerpo del lesser con esa daga, pero el lesser tumbado ya se habia levantado y le propinó una fuerte patada en la espalda que hizo que callera de rodillas. Con un gemido de dolor, Beth sacó una de sus Desert con la mano que tenía libre y dandose la vuelta rápidamente disparó al pecho del lesser que calló muerto al suelo.
?Cerdo asqueroso... Qué facil me lo has puesto ?le escupió mientras guardaba su desert de nuevo en el cinturon y se levantaba con cuidado.
Echó una mirada a sus trillys que practicamente habian acabado ya con sus dos amigos.
Su lesser aun seguía vivo, pero no por mucho tiempo... Este se dió la vuelta y sacó un puñal de su bota. Se acercó a Beth y empezaron a dar vueltas sin apartar la mirada uno del otro. El lesser atacó con una patada y un movimiento de su muñeca que provocó un pequeño corte en el hombro de la hembra.
?No deberías haber hecho eso... ?gruñó Beth tocandose la herida.
El lesser se devilitaba poco a poco debido a la daga que tenía clavada en la espalda, no llegaba a quitarsela y Beth no lo iba a hacer. Atacó al lesser que esquivó su golpe y le dió un manotazo en la cabeza que tumbó a Beth boca abajo. Esta esperó a que el lesser estuviera justo encima de ella para usar su daga.
Cuando el lesser se acercó a ella, Beth se levantó no sabiendo muy bien como y le pegó una patada en el pecho que lo movió unos metros atrás dandole unos minutos a ella para levantarse y lanzarle su otra daga al pecho del macho, que cayó de espaldas mientras la daga de su espalda atravesaba su pecho.
Beth se acercó a él y cojió sus dagas. Y aunque estuviera muerto, se despidió de él con un movimiento de cabeza, le habia dado una lucha entretenida.
Se giró hacia sus trillys y vió una mancha de sangre en el costado de H.
?¿Estais las dos bien? ?les dijo mientras se acercaba a ellas.
?Seeeee? dijo Hecate guardando sus Uzi de nuevo.
?Perfectamente, Beth? dijo Dream mirando a sus compis por si tenían alguna herida. Torció la boca al ver la sangre en el costado de H y en el hombro de Beth? Vosotras necesitais que os miren eso..
?Sólo un rasguño de nada? dijo Beth mirándose el hombro.
?Sí, lo mío tampoco es importante..? H se movió e hizo una mueca de dolor.
?Claro, se puede ver que no te duele nada, trilly? dijo Dream alzando una ceja.
Se acercó a Hecate y le echó un pequeño vistazo a la herida. Un poco profunda, nada grave, pero tendría que curarla si no quería que se infectase. Beth se acercó a D y le cogió la mano derecha.
?Eh! ¿Qué coño es esto?? le levantó la mano observando su nueva garra. Dream sonrió y la miró por enésima vez.
?Un regalito. ¿Os gusta? Tengo que decirle a Lyss que me explique como funciona detalladamente...
?¿Lyss te la ha traído?? preguntó H? ¿Cuándo?
?Apareció en mi mano de repente.
?Ya eres toda una leopardita, trilly...? dijo Beth rozándose contra ella. D la miró de reojo.
?¿Habrá que llamar a Owen a que te calme un poco?? H se rió y B dio un bufido mezclado con una sonrisa.
?Que va... mmmm, ?se tocó la barbilla pensando? pensandolo mejor si, y tambien a ese felino tuyo... Gabriel era, ¿no?
D le dió un culazo que le hizo moverse dos pasos atrás y no poder evitar reirse junto con H que a pesar de su herida seguía riendose.
La herida de su hombro le empezaba a escocer y tendría que hacer algo, sabía que su saliva era curativa para ella misma, pero no para los demás... Asique estiró la cabeza como pudo hasta llegar a su hombro y lamió el pequeño rasguño que empezaba a cicatrizar
?¿Podeis hacer algo de magia con la herida de H? ?perguntó Beth a D que seguía examinando la herida.
?No... bueno, tal vez sí, pero no quiero pasarme... ?D se levantó? Ayudame con ella y vamonos a la Mansión.
Beth se acercó a ellas y pasó un brazo por debajo de los hombros de H como hacia D del otro lado.
?Dejarme... puedo andar... ?decía H.
?Vamos trilly, si te mueres de dolores.
?Si, y si no nos dejas ayudarte te daré un mamporrazo en la cabeza y te llevaremos al hombro, ¿entendido? ?dijo Beth "cabreada".
H asintió y se dejó llevar.
?Perfecta la lucha eh? Coño como me he divertido ?dijo Beth una vez habian empezando a andar.
?Sip... ?sonrió D? Y con este nuevo juguetito que tengo ?contestó enseñandoles la garra.
?Que vara nos va a dar ?susurró H a Beth que reía.
?Perras os he oido ?bufó D? Cuando querais... bueno, hace mucho que no luchamos las tres contra las tres...
?Hecho ?dijo Beth sin dejarla acabar.
?Esto.... Negris, de verdad que puedo andar sola. Solo me han herido levemente en el costado, no me han dejado en el vilo del precipicio.
?Estas muy camota. Ademas, ya casi hemos llegado al coche ?le dijo Dream a H.
?Trilly, ¿no nos cuidas tu cuando estamos maluchas? ?Hécte solto un suspiro. ?Pos eso.
Los coches de Beth y Dream estaban aparados en la oscuridad del callejon. la hembra no se habia traido su coche par aligerar la marcha y asi, si tenian que salir detras de alguien, pues les iba a ser mas facil.
?Ahora, mete tu culo en el asiento y vayamonos a la mansion.
?¿Habeis cogidos las carteras? ?pregunto Beth mirando a las trillys
?Sep, tenemos que llamar a la hermandad para que manden el equipo de limpieza.
Unas sirenas comenzaron a sonar cercano a donde estaban las tres que miraron serias.
?Creo que es hora de largarnos ?dijo Hécate sacando el movil y mandando un mensaje a la mansion para que avisaran al equipo de limpieza.
Lyss se sentía observada cuando se giro y vio a Ista.
?Que haces aquí? ? le preguntó sorprendida y mosqueada.
?Vengo a avisarte, en el puerto están en movimiento, no tardaran mucho en irse y en cuanto se vayan les perderemos el rastro ? le informo la ejecutora.
?Y tú cómo sabes eso?? dijo toda cabreada? cómo me has encontrado?
?El collar, es un localizador, sino lo llevo puesto en cuanto hay tanta maldad me desmayo?le dijo.
?Ahora no podemos hablar, en casa, vamos, estas lo tienen controlado ?le expuso.
?No nos llevamos al lesser, ?le comentó ?bueno q se lo lleven, nos vamos al puerto, no?
?No, ahora no puede ser, tenemos que ir a la mansión y nos debes unas cuantas explicaciones?le dijo cabreada.
Ista sabía que se le estaba complicando la existencia, pero no podía hacer nada, había cometido un fallo la otra vez y lo había pagado Val.
Ista sólo había querido un rato de paz, un poquito de tranquilidad y lo había pagado muy caro, cuando supo lo que le había pasado a Val.
Lyss se miró a Ista y por un instante le iba a decir cuatro frescas, entonces se lo pensó mejor y lo dejó para la mansión, decidió que tendrían que hablar muy seriamente con la ejecutora, cada vez le gustaba menos cosas de ella y si no tenían una buena explicación no valía la pena que la tuvieran de ejecutora.
Val había pasado la tarde en el Centro de Operaciones, Vik y Jecru llevaban unos días interceptando unas llamadas a la policía, a las cuales, nadie estaba haciendo caso. Los avisos de socorro provenían de una zona cercana a los muelles, las autoridades portuarias le pasaban la pelota a la policía, y ésta hacia lo mismo, al final lo estaban pagando los civiles, que estaban siendo atacados, robados, extorsionados, asesinados... Parecía ser obra de una banda que tenía atemorizada incluso a las autoridades, pero Val sabía que hacer y a quien entregarlos, y estaba decidida a tomar cartas en el asunto.
Subió a su habitación para cambiarse y bajar a cenar, después saldrían de cacería. Se vistió de cuero negro y se armó igual que cuando salía a patrullar; enfundó sus dagas en los apliques de las botas altas que llevaba esa noche, guardó dos más pequeñas en las fundas de sus antebrazos comprobando antes su funcionamiento, guardó una pequeña pistola en la funda colocada en su hombro, y se colocó un cinturón cargado de Shurikens que pasaban por adornos. Cogió una chaqueta corta de cuero del vestidor, las llaves de su Raptor y el casco. Salió de la habitación en dirección al salón y encontró a algunas chicas ya allí, las que faltaban llegaron al momento. Cuando estuvieron todas sentadas a la mesa, se sirvió la cena. Joseph supervisaba que no faltara nada y que todas estuvieran atendidas. Cuando ya se dio por finalizada la cena, Val se puso en pie y habló a todas las presentes.
?Kira, H, Mim, Lyss, esta noche salís conmigo ?dijo.
Las Trillys se miraron entre ellas sin entender.
?¿No salimos juntas como siempre, Val? ?peguntó D.
?No ?le respondió la hembra mirándola fijamente.
?¿A dónde vamos? ?preguntó Kira.
?A Trans?Ru.
?Pero eso está en las cercanías de los muelles, ¿no? ?preguntó Beriz.
?Sí ?contestó Val volviéndose hacia ella.
?¿Que vamos a hacer allí? ?preguntó H.
?Nuestro trabajo, ¿estáis preparadas? ¿Estáis equipadas?
Las Ejecutoras que había nombrado asintieron y se pusieron de pie.
?Bien, nos vamos en breve. El resto, patrullar como siempre, quiero que salgáis en grupos de 4. Jecru, esta noche te quedas sola en el centro, Vik, sales con Beriz, D y Nita. Carmen, llévate a Lacor, Poli y Savy. Pati, Mary, vosotras salís con Beth e Ista. June, MarieC, vosotras ya sabéis lo que tenéis que hacer. ¿Está todo claro?
Todas asintieron y se pusieron en movimiento. Val se dirigió hacia el sótano con Lyss a su lado, Kira, Mim y H iban detrás.
?¿Que vamos a hacer allí? ¿Observar? ?preguntó Lyss con una sonrisa. Sabía muy bien que cuando Val se mostraba tan decidida no era porque fueran a mantenerse en un segundo plano.
?No ?le respondió la otra hembra con otra sonrisa.
Cuando llegaron a las motos, Val les explicó en que consistía la misión. Ya había hecho las llamadas necesarias y el equipo de limpieza se mantenía a la espera de un próximo aviso. Arrancaron las motos y salieron del garaje con Val encabezando la marcha, era la que sabía a dónde se dirigían. La verja de la Mansión se abrió a su paso dejándolas salir, sólo entonces aceleraron perdiéndose en la noche.
Llegaron a la zona pasada media hora, el lugar estaba a las afueras de la ciudad, situado en el otro punto contrario a la Mansión. Aparcaron las motos y observaron alrededor. No se veía mucho movimiento en las calles, estaban casi desiertas. A las hembras no les extrañó nada dado los últimos acontecimientos; la gente tenía miedo. Se encaminaron hacia la entrada del único local que no había sido atacado, ni robado, ni extorsionado, hecho que hacía suponer a Val que tenían algo que ver con lo que estaba sucediendo.
Entraron al local y todas las miradas se volvieron hacia ellas; 5 hembras enfundadas en negro, todas altas, jóvenes y no eran de la zona. Val abría la marcha con Lyss a su derecha, Kira a su izquierda, y Mim y H detrás de éstas, en formación. Observaron el local; accesos, salidas de emergencia, personal, posibles armas. Todo en unos segundos que pasó desapercibido para el resto de presentes allí. Resultaba evidente que el local no tenía la misma calidad del Zero, hasta carecía de portero, aunque tampoco tenía la misma afluencia de gente.
Fueron hasta la barra a esperar que les deparaba la noche, los que habían en ese momento no parecían peligrosos, sólo insensatos buscando algo de diversión. Mim, Kira y H se sentaron en unas banquetas libres, pero sin perder de vista el local. Lyss y Val se apoyaron con los codos en la barra junto a ellas, observando a su alrededor, pero sin ser demasiado evidente que buscaban algo. Tenían que actuar como hembras que sólo buscaban divertirse; escuchar música, beber algo, tal vez bailar... El camarero de la barra se acercó para preguntarles que iban a tomar. Val se volvió hacia él bajando la cremallera de la cazadora y mostrando el escote abierto de su camisa con dos botones más de lo indicado por el decoro. Sólo ellas sabían a lo que iban y nadie más debía sospechar lo contrario.
?Cerveza, fría, muy... fría, por favor ?dijo con un tono sensual y una amplia sonrisa.
?Que sean dos chato, hace calor.?dijo Mim.
Se volvió en su taburete y apoyó los codos en la barra, haciendo que su pecho saliera disparado hacia arriba y a delante, continuó mirando el local.
Hécate sonrió al camarero cuando la miro mientras se quitaba la gabardina dejando a la vista el escote profundo de su mono de cuero negro. La cremallera estaba abierta hasta casi por debajo de su pecho. Dios gracias que las tenia bien puestas que si no, ya se le hubieran salido.
No tenía ni idea de lo que hacían allí, pero viendo como estaban actuando Val y las demás, le encanto el juego y continuo.
?A mi ponme un tekila con sal y limón por favor, y otra cerveza como la de mi compañera.
Hécate le echo una mirada a Lyss y le sonrió. La música no era de la que a ella más le gustaba y los machos que habían no le daban muy buena espina. Si no se equivocaba, esta era su primera misión y estaba realmente nerviosa. No quería meter la pata y esperaba que todo saliera bien...
Kira se reclino en la barra y observo el local. No parecía diferente de cualquier otro tugurio de puerto, deprimente, mal iluminado, y con tanta mierda que si Joseph lo viera le daría una apoplejía. Un tipo, que debía de haberse duchado por última vez el mismo día que limpiaron el local, se acerco a ella y con una gran sonrisa desdentada, colocó una mano en su rodilla y le dijo:
? hola preciosa, ¿te apetece que pasemos un buen rato en mi camioneta? ? Kira se giro, de tal forma que tapaba lo que iba a hacer del resto de los habitantes del local, y con una gran sonrisa:
? antes me lo monto con un elefante, aunque no quiero insultar a los elefantes ? desplazó su mano hacia el paquete del tipo y apretando le dijo ? y ahora o apartas tu mano de mi pierna o te conviertes en el cabecilla de los niños cantores de Viena, ¿ha quedado claro?? la cara del hombre se volvió blanca. Val se acerco al oído de Kira.
? no llames la atención.
? ok jefa, lo que tu ordenes, y tu despojo, vas a volver a tu sitio y olvidar que nos has visto o mejor vas a montarte en tu cacharro y despeñarte por un precipi.....
? Kiraaaa ? advirtió Lyss.
? ok, ok solo te montaras en tu chisme y te largaras de aquí a donde quiera que vayas cuando salgas de aquí, ¿mejor así? ?pregunto girándose hacia Val, esta asintió y Kira aparto su mano de la entrepierna del tipo y chasqueo los dedos. Como un autómata, este abandono el local sin mirar atrás.
? que lastima que fuera tan asqueroso, el tío estaba bien dotado ? la cerveza de Val salió por su nariz, lo que provoco que las demás se rieran.
? espero que empiece pronto lo que sea que esperamos, me aburro ? y colocándose en su posición anterior observo de nuevo el local.
Lyss se rio con ganas ante el último comentario de Kira.
Con toda la naturalidad del mundo y tras intercambiar una breve mirada con Val decidió ir al baño.
?Cielo, el lavabo de señoras.
?No hay ?contestó el tío de la barra? es unisex.
?Unixcutre, entendido. ¿Por dónde?
?Final de la barra a la izquierda, antes de doblar a la derecha, segunda puerta.
Con mucha tranquilidad y mirando a un par de tipos de arriba abajo, se dirigió al pasillo que le había señalado.
Estaba tan oscuro como la boca de Shiva y Ettienne, pero no era nada por lo que preocuparse. Un par de pilotos verdes señalaba la posición de las puertas. No se encontró con nadie por el camino, y decidió averiguar qué más pilotitos podría encontrar.
Tras girar a la derecha, se encontró con que a mitad de pasillo, unas pequeñas lámparas adosadas al techo iluminaban levemente de forma regular. En silencio, avanzó con sigilo.
Tres puertas invitaban a adentrarse en la pared de la izquierda, y una puerta de chapa negra, mostraba el final del pasillo y, por los ruidos que percibía de esa zona, probablemente diera a la calle.
Contó hasta treinta, y antes de que consiguiera llegar a la zona del servicio, escuchó ruido de cadenas y de un candado al abrirse.
Con rapidez, se ocultó tras la esquina y observó con cuidado.
Vaya, vaya. Que casualidad. El querido y respetado capitán del Persephone. El mundo en ocasiones era muy pequeño.
Con mucho cuidado, observó cómo desaparecía por la puerta del centro guiado por dos gorilas rapados y sudorosos. Hora de volver. Val querría oír los detalles.
Val observaba como Lyss desaparecía por el oscuro pasillo cuando algo llamó su atención. Una puerta que había a la derecha del mismo se abrió revelando la presencia de dos tipos enormes que llevaban casi en voladas a otro de menor tamaño, detrás de ellos salió un macho con un traje que desde lejos se apreciaba que era de mala calidad, parecía ser el jefe. La hembra los observó más detenidamente, sacaban al infeliz a empujones de la habitación y en uno de esos movimientos, vio las armas enfundadas en los pantalones. Les hizo un gesto a las chicas para que también las vieran.
?Ya sabes lo que tienes que hacer, lo quiero mañana ?dijo el tipo del traje.
?Pero no tengo suficiente, no he conseguido reunir esa cantidad ?decía el pobre infeliz.
?Sabes lo que te espera, tío. Mañana o... atente a las consecuencias ?respondió el jefe dándole un último empujón.
Los matones lo cogieron de nuevo en volandas y lo sacaron del local. Val les hizo una señal a las chicas indicándoles que iba a salir fuera, para que se mantuvieran alertas mientras volvía Lyss. Apenas había dado unos pasos hacia la entrada cuando entró un grupo de 7 machos; altos, fuertes, y con aspecto de matones. Seguidos de cerca por los otros dos que acababan de salir. Reían entre ellos y hablaban en voz alta. Val se detuvo antes de llegar hasta el grupo y volvió a la barra sin perderlos de vista, había alcanzado a ver armas en al menos 4 de ellos, y estaba segura que los demás también portaban.
Le hizo una señal al camarero que se acercó de nuevo, y le pidió otra cerveza. Quería observarlos un poco mas antes de entrar en acción. Aunque estaba segura que eran los causantes de los sucesos de la zona, ellos y el dueño del local. Vio a Lyss salir del pasillo y acercarse hasta ellas, también había visto a los recién llegados.
Mim observó lo que Val, con un gesto imperceptible de cabeza, les había señalado. Los dos matones iban armados y al que llevaban a rastras se le veía muy acojonado. Vio como Val se dirigía hacia la puerta de salida y como un grupo de matones entraba en ese momento. No le gustó nada que aumentaran en número, eso no solía traer nada bueno. Se preparó para una contienda, se bajó del taburete en el que había estado sentada y se quitó las lentillas con disimulo, pero de forma que sus hermanas lo vieran para que estuvieran prevenidas. Val pidió otra cerveza, ella prefirió no hacerlo y terminar la que tenía. Siguió observando a los matones con disimulo, varios iban armados y se les veía peligrosos.
Genial, amiguitos nuevos con los que jugar.
Mientras se dirigía a la barra junto a sus hermanas, observó cómo escogían una mesa algo apartada.
Lyss llegó a su taburete y se pidió otra cerveza. Treinta segundo después el aire comenzó a oler a rancio.
?Capullo arrogante y apestoso a las seis en punto ?comentó tras girar la cabeza y divisarle?.
?Y tú que decías que no íbamos a pillar esta noche ?añadió Kira?. Loba de poca fe.
Val miró hacia donde Lyss había indicado, se acercaba sonriendo uno de los matones que había entrado hacía poco. El macho llegó hasta donde estaban situadas en la barra y comenzó a hablar.
?Hola, señoritas. Estamos encantados de que tanta belleza haya pisado nuestro local. Mi jefe ?hizo una pausa, miró hacia la mesa donde estaban sentados los demás, un macho alzó la copa saludando con una sonrisa profiden de oreja a oreja, Val miró hacia el mismo lugar y le sonrió al macho, que parecía ser el jefe de los matones? las invita a sentarse en su mesa e invitarlas a una copa. ¿Serían tan amables de acompañarme? ?preguntó con un ademan indicándoles el camino.
?No ?respondió Val.
?¿Qué? Mira preciosa, nadie le dice que no a mi jefe ?dijo el matón que parecía contrariado, la sonrisa se le había borrado de la boca.
?Nosotras sí, ¿verdad chicas? ?le preguntó a las Ejecutoras, que no tardaron en asentir sonrientes.
?Mira zorra, vais a venir sí o sí, ¿entendido? ?dijo el macho visiblemente cabreado.
Sujetó a Val por el brazo intentando tirar de ella, pensando quizás que las otras hembras les seguirían. Con un giro de muñeca en un rápido movimiento, la hembra sujetó la misma mano que la había aferrado antes y la llevó a la espalda del macho, mientras, con la otra mano lo sujetaba por el pelo y lo golpeaba contra la barra. Las chicas se habían apartado dejándole espacio para actuar. Val mantenía la cabeza del macho pegada a la barra, se agachó un poco para susurrarle al oído.
?Dile a tu jefe que no se obliga a una señorita, que aprenda modales antes de invitarnos a nada. ?Después soltó el agarre sobre el macho, que se tambaleó al verse liberado.
Lyss sacó un billete y lo dejó sobre la barra; suficiente para pagar las consumiciones que habían tomado. Llegaron rápidas a la salida y salieron al exterior. Las chicas seguían a Val conscientes de que los matones saldrían de un momento a otro; cuando reaccionaran a lo que había sucedido dentro. Todo había ocurrido en cuestión de segundos, y parecía que les costaba asimilarlo. Val prefería luchar fuera a hacerlo dentro, donde podían darse imprevistos y verse aun más superadas en número, aunque ya lo eran. Caminaban deprisa hacia algún lugar que sólo Val conocía. Escucharon pasos detrás de ellas. No se volvieron para mirar. Las chicas notaron que su jefa disminuía la marcha dejando que los machos se acercaran cada vez más, pero sin que ellos intuyeran que era deliberado. Llegado el momento se dejaron alcanzar. Escucharon risas y voces detrás de ellas, entonces se volvieron para mirar sorprendidas; ocho machos comenzaban a rodearlas, incluyendo al que Val había golpeado y que sangraba un poco por la frente debido al golpe.
?Hey, conejitas, ¿pensabais escapar de nosotros? Qué desconsideradas después de haberlas invitado a unirse a nuestra pequeña... fiesta ?dijo uno de los matones?. Nuestro jefe ha insistido en que nos acompañen.
?Pero qué pesados, ¡joder! ?dijo Kira.
Val sacó las dagas de sus botas y se tensó anticipándose a la lucha.
?Bueno, chicas, creo que vamos a tener nuestra particular fiesta ?dijo sonriendo y mirando a las Ejecutoras que ya se habían preparado para luchar; cada una portaba sus armas en las manos.
?¡Oh si!
Mc se emocionó viendo el grupo de Daimons con los que se acaban de encontrar. Llevaban ya un par de horas recorriendo las calles sin encontrar ningún altercado. Estaba resultando bastante aburrido, hasta que se encontraron siguiendo un grupo de 4 Daimons, que se dirigían directamente a un local de marcha.
Siguiéndolos disimuladamente a unos metros de distancia, ambas ejecutoras, June y Mc entraron al local después de ellos. Tras pasar un estrecho y oscuro pasillo, se encontraron en mitad de la pista de baile de una discoteca. La música a todo volumen, el humo nublando la visión y los flashes destellando rápidamente, dificultaron la localización del grupo al que seguían.
En menos de un minuto los volvieron a localizar. Estaban en una esquina de la barra, y se había unido a su grupo un civil. June hizo un gesto con la cabeza, señalando la otra esquina del local, desde donde podrían vigilarlos. Una vez que consiguieron atravesar la marea de cuerpos, se apoyaron contra una columna, una frente a la otra, simulando estar charlando.
Unos minutos después, un mal presentimiento invadió a ambas mujeres. Incómodas se removieron en sus sitios y decidieron acercarse a la barra, donde el grupo de Daimons seguía conversando con el civil, haber si se enteraban de algo. Una vez en la barra, pidieron un par de bebidas, mientras June apoyaba los codos en la barra, y sonreía al aire, mientras se inclinaba y sacaba culo, mientras Mc disimulaba una sonrisa ante la posturita de su compañera. Pero logró su objetivo.
El macho dejó de prestar atención a la conversación para centrar su mirada en la mujer que se estiraba apoyada en la barra, pero a sus compañeros no les pareció demasiado bien. Entonces, la otra mujer se inclinó sobre la morena y le susurró algo al oído. Ambas se rieron, y dejando caer una breve mirada sobre el civil, se encaminaron rumbo a la puerta de salida. Interpretando la mirada, se separó de sus compañeros y siguió a las chicas.
June y Mc controlaban que el macho las seguía al exterior. Les había resultado demasiado extraño que un civil entablara contacto con Daimons, así que algo se cocinaba. Habían casi improvisado la trampa, pero había funcionado. El macho las seguía interesado. En cuanto pusieran sus manos sobre él, lo someterían a interrogatorio. Algo tramaban.
Pero las cosas no siempre resultan como se planean. A los Daimons no les sentó nada bien que su compañero les dejara plantado, así que se encaminaron detrás de él, y no con buenas intenciones. Antes de alcanzar la salida, lograron alcanzarlo, agarrándolo del brazo, y encararlo. Las ejecutoras se pararon y volvieron sobre sus pasos. Al llegar a la pista se encontraron con que lo que parecía ser una simple discusión, se había convertido en cuestión de milisegundos, en una batalla campal en la pista de baile.
?Maldita sea? gritó Mc para hacerse oír entre los gritos y la música. ?A este paso, no lo sacamos vivo de aquí?
Y razón no le faltaba, pues dos de los cuatro Daimons estaban golpeándolo, mientras a su alrededor se producían varias peleas. Al momento corrieron hacia él, pues lo necesitaban por lo menos, vivo. A los rubios no pareció gustarles que interrumpieran su tanda de golpes y trataron de golpear a sus interruptores. June y Mc los esquivaron y comenzaron a pelear entre ellos. Estando en un local de humanos, no debían hacer uso de nada extraño, ni armas que aparecían de la nada, ni rayos. Pero no debieron de opinar igual sus enemigos, pues hicieron uso de sus colmillos. Al momento la multitud se volvió loca. Todos trataron de salir corriendo del local, sin importar empujar o pisar a quien fuera necesario para ponerse a salvo.
June trataba de esquivar a la gente y de llegar hasta el macho, cuando la sujetaron del pelo y la tiraron al suelo. Desde allí pateó la entrepierna del que la tirara, mientras se apoyaba y se levantaba para enfrentarse al otro tío.
?¡Al suelo!? gritó Mc, pero el aviso llegó demasiado tarde, June se giró para esquivar un cuchillo, cuando recibió un impacto de bala en el pecho.
Asombrada retiró los dedos empapados en su sangre. "¡Oh, mierda!" fue lo único capaz de mascullar antes de caer al suelo inconsciente. Al segundo, una veintena de los guardaespaldas de June hicieron su aparición, unos anularon a los lessers, y ayudaron a incorporarse a Mc. Black y Alex se arrodillaron ante el cuerpo de June y la alzaron. Se sentían culpables, aunque solo estaban siguiendo órdenes directas de June de no seguirla mientras estaba trabajando. Cumplían su parte, no la seguían, pero si la monitorizaban. Hasta que apareció un arma de fuego. Entonces ya era demasiado tarde.
?¡A la mansión!? gritó Mc mientras corría hacia su compañera. ?¡Ahora!?
Todos desaparecieron hacia la casa. Hasta el macho que habían salvado, que también se mantenía inconsciente por los golpes.
Jecru estaba sola en la sala de ordenadores, revisando las monitorizaciones de seguridad cuando escuchó estallar caos en el salón. Los gritos la sorprendieron, así que salió corriendo a ver que pasaba.
?¡Jec!?su nombre nunca había sonado tan desesperador mientras bajaba de dos en dos los escalones ?¡Necesitamos ayuda!?
Al entrar al salón, se paró en seco. El corazón le latía a mil por hora. En cuanto contempló el cuadro en el que se había convertido el salón, se asustó. Estaban los guardaespaldas de June rodeando el sofá, y Mc arrodillada delante. Acercándose con pies de plomo, se negaba a creer lo que estaba viendo. El cuerpo de June, cubierto de sangre, y un horrible agujero de bala atravesándole el pecho. Mc se esforzaba con su camiseta a taponar la salida de sangre. Estaba perdiendo demasiada sangre y su piel se estaba volviendo blanca.
?Bájala a la enfermería, voy avisando al médico? dijo con firmeza Jec. Alguien necesitaba tomar las riendas mientras estuvieran solas. ? A ese encerradlo en las mazmorras?
Mc asintió, y gesticuló para que uno de los hombres levantara a June y la trasladara a la clínica situada en el sótano mientras otros se llevaban a cuestas al macho. Retrasándose unos segundos, se volvió hacia Jecrufe, que acababa de avisar al médico, que corría hacia la clínica.
?Espero que ese médico sea bueno, porque de pasarle algo a June, tendremos un problema muy serio? repuso mientras retiraba los mechones empapados de sudor de la cara, manchándose con sangre en el proceso. ?Savitar nos aniquilará si le pasa algo a su niña.
Jec asintió, había escuchado la fama de sobreprotector de Savitar, y no era algo que le gustaría comprobar. Mejor dejaría a Val que lidiase con ese tema.
?Vamos, ese médico necesitará ayuda para separar a los chicos de June? repuso Mc, intentando aliviar parte de la tensión. ?No creo que ella agradezca que le quedase una cicatriz porque al doctor le tiemble el pulso al sentirse presionado.
Muy lejos de allí, casi en el otro lado del planeta, una figura se retorcía de dolor. Apoyada sobre una pared, llevo su mano al pecho esperando encontrar sangre. Retirando su mano limpia, se desmayó sobre el suelo de la habitación.
Después de aguantarse la risa por el acto de Val, siguió a su jefa junto con sus compañeras hasta la salida. La velocidad de Val en cuanto a sus andares iba disminuyendo hasta que estas escucharon la voz de uno de los matones. Vio a Val sacar sus dagas y ella saco una jugueteando con ella.
?¿Conejitas? ?preguntó H mirando por detrás del tipo indiferente ?Joder, me han llamado muchas cosas, pero nunca eso. No suelo echar polvos tan rápidos. ?termino poniendo una sonrisa.